LA TIERRA NOS HABLA A TRAVÉS DE SU SUFRIMIENTO
por Mariene Piñero
Dios nos otorga un lugar
para vivir, nos corresponde cuidarlo, conservarlo e intentar que se mantenga lo
más limpio y virgen que se pueda. La tierra a través de sus reacciones nos
habla de su sufrimiento, las grandes tormentas, huracanes,
terremotos, cambios climáticos, y las grandes devastaciones nos indican que
estamos haciendo algo mal, nuestro afán por "tener", nos impide ver
el gran daño que le estamos haciendo a la naturaleza, produciéndose grandes
cantidades de basura que tardará años en descomponerse, basura chatarra,
tecnológica, plástico, que no se descompone rápidamente sino que por el
contrario su permanecía en el tiempo causa un daño irreversible en la
atmósfera.
La capa de ozono se abre cada vez más, los polos se derriten, grandes pedazos se desprenden causando estragos en los ecosistemas marinos, y cambiando la geografía de este territorio y de las zonas costeras cercanas.
Es preocupante ver que pequeños arroyos se desaparecen, grandes y hermosos ríos se reducen o cuando llueven se desbordan sin control afectando todo a su paso, recuperando el espacio el cuál le arrebatamos a fuerza de deforestación y destrucción de los causes y de los manantiales que los alimentan.
Mucha de la fauna más vulnerable a la contaminación ambiental está en vías de extinción o ya extintas, así como también la flora, las selvas están siendo deforestadas, sin pensar que son los pulmones del mundo.
La conexión con la tierra se ha perdido, nos conectamos más con artefactos electrónicos que con las maravillas naturales que tenemos a nuestro alrededor, perdiendo por supuesto la sensibilidad a las cosas simples de la vida.
Debemos conectarnos con la tierra, sentir su dolor y hacer los cambios necesarios para evitar su destrucción, ahora pregunto: ¿qué puedo hacer?, pues aplicar el poder de "uno", esto qué significa que lo poco que cada quién pueda hacer aunque sea sencillo para ayudar al mundo es muy importante, ya que permitirá mitigar un poco la destrucción del ambiente.
El llamado de atención es para todos, pero ante todo es un cambio de conciencia que nos permita ver con otros ojos la realidad ecológica mundial, debemos ser optimistas y trabajar para dejarle a nuestros hijos un mundo más sano y menos contaminado.
La capa de ozono se abre cada vez más, los polos se derriten, grandes pedazos se desprenden causando estragos en los ecosistemas marinos, y cambiando la geografía de este territorio y de las zonas costeras cercanas.
Es preocupante ver que pequeños arroyos se desaparecen, grandes y hermosos ríos se reducen o cuando llueven se desbordan sin control afectando todo a su paso, recuperando el espacio el cuál le arrebatamos a fuerza de deforestación y destrucción de los causes y de los manantiales que los alimentan.
Mucha de la fauna más vulnerable a la contaminación ambiental está en vías de extinción o ya extintas, así como también la flora, las selvas están siendo deforestadas, sin pensar que son los pulmones del mundo.
La conexión con la tierra se ha perdido, nos conectamos más con artefactos electrónicos que con las maravillas naturales que tenemos a nuestro alrededor, perdiendo por supuesto la sensibilidad a las cosas simples de la vida.
Debemos conectarnos con la tierra, sentir su dolor y hacer los cambios necesarios para evitar su destrucción, ahora pregunto: ¿qué puedo hacer?, pues aplicar el poder de "uno", esto qué significa que lo poco que cada quién pueda hacer aunque sea sencillo para ayudar al mundo es muy importante, ya que permitirá mitigar un poco la destrucción del ambiente.
El llamado de atención es para todos, pero ante todo es un cambio de conciencia que nos permita ver con otros ojos la realidad ecológica mundial, debemos ser optimistas y trabajar para dejarle a nuestros hijos un mundo más sano y menos contaminado.
¿Qué puedes hacer por mejorar el ambiente qué te rodea?
Lic. Mariene Piñero
Docente Especialista
marienepinero@gmail.com
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