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  Desde pequeña tuve muchos inconvenientes para aprender a cocinar, debo reconocer que  mi madre y mi abuela se esforzaron por enseñarme, sin embargo mi rebeldía cognitiva no ayudó a hacer sencillo el proceso, por tanto cocino poco, más no tan mal.  Esto se lo debo a los Libros de Armando Scannone: Mi cocina ; donde se refleja una gran variedad de recetas venezolanas, escritas  con gran perfección, ya que este ilustre Cocinero, era Ingeniero y combinaba su amor a la cocina con su dones de exactitud matemática. Siempre he pensado que cocinar es un arte, muchos corazones se conquistan a través de la comida, esto es muy cierto, pero también recuerden que no todos nacimos con talentos para realizar ciertas tareas .  Una vez superada mi culpa infantil de no aprender a cocinar, decidí de adulta tomar como referencia este libro y otros más del mismo autor y así poder resolver esta obligada rutina hogareña.  Algunas personas señalan que es demasiado perfeccionista y yo pienso, que si al aplica

  Hola Bambú, sé que eres una planta muy beneficiosa, pero lo más interesante que se de ti, es que no creces como las demás plantas, sino después de 7 años de haberte sembrado. Esta espera nos puede hacer reflexionar acerca de lo que implica este tiempo para nosotros, quizás lo necesitamos para madurar y ser tan altos y esbeltos como tú. En 7 años, podemos hacer y terminar una carrera, podemos curar una pérdida, cerrar un ciclo, encontrar un nuevo trabajo, renovarnos celularmente. Cuando estudié constelaciones familiares, me enseñaron que cada 7 años pueden haber cambios en la vida y se pueden visualizar o mirar dentro de una constelación a través de diferentes aspectos o señales que se presentan, permitiendo realizar cambios en la vida. Otro aspecto importante de los Bambú, es que una vez crecidos son fuertes y difíciles de romper. Esta fortaleza se observa ante las tormentas, tu capacidad de aguantar los vaivenes y la rudeza del tiempo. Esto lo debemos aprender de ti, ya que generalm

  Quizás el titulo de este artículo te llame la atención, pues sí, perdí tres gafas (lentes) entre marzo y abril de este año, las razones: déficit de atención selectiva. Durante el mes de marzo, tuve Covid-19, situación que me mantuvo en cama por mucho tiempo, una tarde al levantarme de la cama le pase por encima a los lentes nuevos, que estaban debajo de las sabanas, allí perdí los primeros. Por supuesto, inmediatamente los mandé a reparar, mientras llegaban,   seguí  mi vida con los lentes viejos, muy cómodos y útiles, pero un domingo, los dejé al filo de la cama y me senté sobre ellos, grave error, los nuevos seguían en reparación. Me quedé una semana sin lentes, por tanto fue poco lo que pude hacer, ya que tengo miopía y astigmatismo. Llegaron los lentes nuevos y envié a reparación los viejos, pues a las dos semanas de tener los lentes, se me cayeron de las manos y se fracturaron y como no puedo quedarme con un solo par de lentes tuve que mandarlos a reparar, en total pagué e