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Esta es la historia de dos niños que vivían  en un lugar maravilloso,  la montaña de la Barrealosa,  zona cafetalera del Estado Portuguesa en Venezuela.  Amílkar, el hermano mayor, le encantaba jugar en el campo y ayudar a su madre con las tareas de la finca: atender las vacas, sembrar el café, alimentar a los cerdos, las gallinas y los perros,   era un niño muy   inquieto, travieso,   le gustaba correr y explorar por todas partes, se montaba en los árboles, corría por los largos caminos. Tenía un hermano un poco más pequeño,   se llamaba Reny, con un temperamento más tranquilo, los dos jugaban mucho y se acompañaban en sus travesuras. Amílkar era inquieto, le gustaba ir al colegio, pero su rebeldía no lo ayudaba; muchas veces hacia caso omiso a lo que le decía su maestra Gladys, un día se molestó lanzándole  los cuadernos, la maestra era paciente,   muy sensible y lo ayudaba mucho, el niño avanzaba poco a poco.   En la Barrealosa, las escuelas estaban separadas de los caseríos

Enero llegó acelerado y " ya  se está despidiendo "  ¿alguién tendrá el secreto para frenar enero? Necesito ver cómo rendir más el tiempo , aquel que requiero para escribir y organizar mi escritura. Les cuento que comenzamos este nuevo año, con mucho  entusiasmo  y alegría, organizando nuevos proyectos de escritura y de índole educativo, con talleres y cursos psicopedagógicos. Tengo ganas de hacer un  curso de escritura  y retomar el  inglés , esto me permitirá avanzar en mis procesos académicos.  Los compromisos con amigos y encuentros de fin de semana este mes, me han quitado mucho tiempo, así como el inicio de mis actividades académicas con las asesorías psicopedagógicas .   Necesito, sentir el tiempo más lento , vivir en torno a la computadora y trabajar más organizadamente. La escritura no es un arte que se pueda hacer apresurado , todo lo contrario, requiere que el escritor, estudie, analice y revise lo que va escribiendo. Actualmente los tiempos, parecieran que corre