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Esta es la historia de dos niños que vivían  en un lugar maravilloso,  la montaña de la Barrealosa,  zona cafetalera del Estado Portuguesa en Venezuela.  Amílkar, el hermano mayor, le encantaba jugar en el campo y ayudar a su madre con las tareas de la finca: atender las vacas, sembrar el café, alimentar a los cerdos, las gallinas y los perros,   era un niño muy   inquieto, travieso,   le gustaba correr y explorar por todas partes, se montaba en los árboles, corría por los largos caminos. Tenía un hermano un poco más pequeño,   se llamaba Reny, con un temperamento más tranquilo, los dos jugaban mucho y se acompañaban en sus travesuras. Amílkar era inquieto, le gustaba ir al colegio, pero su rebeldía no lo ayudaba; muchas veces hacia caso omiso a lo que le decía su maestra Gladys, un día se molestó lanzándole  los cuadernos, la maestra era paciente,   muy sensible y lo ayudaba mucho, el niño avanzaba poco a poco.   En la Barrealosa, las escuelas estaban separadas de los caseríos

Bendita hoja en blanco, maravilloso abismo donde los escritores hacen sus milagros. En verdad, en algunos momentos pareces desentrañable, se nos hace difícil comprenderte y esto nos aterra como escritores, no da la sensación de no tener ninguna idea. Eres inspiración que asustas, no como fantasmas sino como ruleta y no precisamente la rusa. Se nos hace complejo algunas veces llenarte con nuestras locas ideas, eres un sabroso dolor de cabeza. Nos intrigas y enamoras con tu insondable blancura. Nos encanta tu pretenciosa frescura, dispuesta a ensuciarse con nuestros escritos Buscas que reflejemos lo más íntimo para declararlo contigo. La verdad nos animas a comenzar lo más valioso para un escritor, su manuscrito. Mariene Piñero 💋 Te invito a leer mi libro  " Descubre lo extraordinario en ti". 

  Tic, toc, tic, toc, manecillas del reloj... Me despierto muy temprano, para ir a la escuela, mi mamá me da un gran beso, corre, corre, corre, vuela. Tic, toc, tic,toc, manecillas del reloj... Voy contento caminando, tarareando mi canción, sé que puedo, sé que puedo, aprender de corazón. Tic, toc, tic, toc, manecillas del reloj... A las 8:00 me concentro, en la difícil lección, la maestra me señala, que la atienda ¡por favor! Tic, toc, tic, toc, manecillas del reloj... Al recreo voy alegre, a jugar con mis amigos, brinco, salto, corro y hablo, ¡si, me divierto contigo! Tic, toc, tic, toc, manecillas del reloj... Busco el lápiz y la regla, escribiendo mi tarea, que larga y tediosa vista, la pizarra toda llena. Tic, toc, tic toc, manecillas del reloj... A las 12:00 se termina. las tareas los trabajos, mamita en casa espera con alegría y abrazos Tic, toc, tic, toc, manecillas del reloj... Poesía escrita para el taller de escritura.