Indiferencia
por Mariene Piñero A lo largo de nuestro caminar se nos presentan ante nuestros ojos muchas injusticias, entre ellas cosas que suceden en el diario vivir, madres maltratando a su hijo en la calle, una persona regañando a un anciano, un hombre comiendo de la basura, la agresividad de un hombre sin razón . Para evitar inmiscuirnos y evitar problemas, nos separamos de esa situación, miramos hacia otro lado, nos enajenamos o aislamos. Que dura es la indiferencia , que difícil para los que no tienen nada y muchas veces, si pudiéramos ayudar, a lo mejor permitiríamos que un niño nazca, alguna persona se cure o alguien pueda solventar alguna emergencia económica. Que bueno sería si fuésemos más lo que aportáramos a los que necesitan de nuestra misericordia. - ¡No me interesa! ¡No es mi problema! ¡Allá, él o ella!, ¡Eso se lo buscó ella mism@!, tantos juicios y poca atención. Ser indiferente es un cáncer de la nueva sociedad, una enfermedad social, de la de no inmiscuirse