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  En el espejo vemos nuestro reflejo, lo que realmente somos, sin embargo nuestra mente lo transforma a través de nuestra  autoestima,  representa nuestra proyección personal, podemos ser muy bellos, sin embargo si pensamos que no, nuestro reflejo interior proyectará nuestra fealdad o nuestros defectos imaginarios. Durante la niñez, se forma día a día la autoestima, lo que le decimos al niño, repercutirá en su proceso de percepción, por tanto es importante decirle frases positivas. Eres importante, te amamos, eres valioso, haces las cosas bien, poco a poco lo lograrás, son algunas de las frases que potencian la autoestima en nuestros pequeños. Lamentablemente muchas de   nuestras familias no cuentan con una programación de lenguaje   positiva ante nuestros seres más queridos, esto sucede porque en la niñez tampoco sus padres lo fomentaron creándose una espiral que es importante romper. Existe una terapia muy sencilla, donde por 21 días, cuando nos vemos ...

  Hola Bambú, sé que eres una planta muy beneficiosa, pero lo más interesante que se de ti, es que no creces como las demás plantas, sino después de 7 años de haberte sembrado. Esta espera nos puede hacer reflexionar acerca de lo que implica este tiempo para nosotros, quizás lo necesitamos para madurar y ser tan altos y esbeltos como tú. En 7 años, podemos hacer y terminar una carrera, podemos curar una pérdida, cerrar un ciclo, encontrar un nuevo trabajo, renovarnos celularmente. Cuando estudié constelaciones familiares, me enseñaron que cada 7 años pueden haber cambios en la vida y se pueden visualizar o mirar dentro de una constelación a través de diferentes aspectos o señales que se presentan, permitiendo realizar cambios en la vida. Otro aspecto importante de los Bambú, es que una vez crecidos son fuertes y difíciles de romper. Esta fortaleza se observa ante las tormentas, tu capacidad de aguantar los vaivenes y la rudeza del tiempo. Esto lo debemos aprender de ti, ya que gene...

  Se me olvidó que te olvidé... mentira... No te he olvidado, tu recuerdo está tan presente como el último día que te vi. Ese día quería que el abrazo nunca terminará, que fuera eterno… Quizás mi renuencia a olvidarte es la causa que aún siga sola y definitivamente vea que el amor nunca toque a mi puerta. Qué triste sensación, saber que te quise tanto y nunca más poderte verte amarte o sentirte. No olvido, porque lo bonito que viví contigo es tan fuerte que cuesta dejarlo ir y aunque todos me insisten en guardar tu recuerdo bajo llave, sé que a través de pequeños detalles, volverá tu recuerdo, como pluma de ave pasajera. Te veo en aquella sonrisa sincera, en algunas cosas que guardé de ti, en aquel carro que pasa por la calle igual al nuestro. En nuestra canción... aquella que aún sigue sonando en mi mente, en los momentos menos esperados. Allí estás cada día, como una sombra, a veces cálida, otras muy frías. Te recuerdo en nuestra cama, ahora vacía, árida y fría, me cuesta dormir ...