La culpa es mía, no de la vaca
Pobrecita vaca que ni sabe que cada vez que no nos hacemos responsables de nuestros errores propios, chistosamente es ella de quien se supone la culpa. Somos humanos y una cosa que hacemos bien es ser “imperfectos”, nunca dejaremos de cometer imprudencias o de no hacer lo que se supone que tendríamos que hacer en algunos momentos de la vida. Es normal para la mayoría no querer demostrar nuestras equivocaciones frente a los demás, da vergüenza, nos condena, nos hace vulnerables ante los otros. Es mejor y más fácil no aceptar la responsabilidad por nuestras faltas, faltas que se suponen fuera de lo establecido por la mayoría, que pudieran en algún momento lastimar a alguien u ocasionar inevitables consecuencias. La vida nos exige compromiso con los demás y nosotros mismos , ser francos y valientes en todo momento, nos hará ser más apreciados y fuertes. Pero también hay personas que llevan consigo un sentimiento de culpa más destructiv...