marienepiñero.com

  Como católica debemos hacer oración, ya que es lo que alimenta el alma y nutre nuestra espiritualidad, sin embargo el ruido mental es muy fuerte, cuesta concentrarse o establecer un contacto más directo con Dios. Admiro a los monjes budistas , cuya disciplina les permite meditar   con frecuencia, dejar su mente en blanco, actividad que los ayuda a liberarse del lastre que muchas veces acumulamos de nuestro afán diario. Conversando con una Hermana consagrada, a la cual le comentaba sobre mi dificultad de concentrarme para realizar la oración y mantenerme en ella, me facilitó un pequeño folleto   sobre la Meditación Cristiana. La meditación cristiana, consiste en una práctica simple de meditación con Dios , esta es una oración contemplativa, donde el silencio se impone para abrirnos de una manera más íntima a su contacto. Nuestro mayor anhelo consiste en conocer cada vez más a Dios y tener una comunicación más efectiva.    Es una oración de abandono, donde lo importante es de

Queridos seguidores, quisiera informar que mis escritos son más cortos, ya que mi computadora ya se fundió, era un laptop LENOVO, excelente marca, no era muy novedosa o moderna pero me ayudó a sacar mi postgrado y mi primer libro publicado:  "Descubre lo extraordinario en ti". Fueron 12 años de trabajo continuo y 2 años intensos de pandemia, donde escribí mucho en ella y se desarrollaron un poco más mis proyectos de escritura.  Mi hermana Marla, me presta en ocasiones la suya, sin embargo lo hace con recelos, ya que cuando estaba muy joven  y sabía poco de computadoras le dañe por lo menos 3 computadoras grandes, agradezco su confianza en este tiempo.  Ahora estoy escribiendo en mi celular y por lo tanto los textos son más sencillos, estaré trabajando para comprar una nueva, sin embargo aquí en Venezuela son caras las buenas laptop y me tomará un tiempo.   Un escritor sin su herramienta de trabajo está varado, sin embargo como también me gusta escribir a mano no me he detenid

  En el mes de abril, mi hermana decidió hacer arreglos a nuestra casa, de manera que contratamos a dos albañiles muy eficientes. Un día, uno de los señores, manifestó no traer   almuerzo por lo que decidimos invitarlo a comer, cuando ve el plato se asombra y me dice: - usas platos de peltre. Le digo. – Si, es nuestra vajilla diaria.   El hombre me miró y se sonrió. Siempre hemos tenido en casa platos y tacitas de peltre, debo señalar que este material es muy frágil, y tenemos algunos con golpes, donde el esmalte se ha deteriorado. Tenemos una vajilla guardada para eventos especiales o cuando viene alguna visita, suena raro, pero es así, aquella más elegante, menos ultrajada por la rigurosidad del fregado diario. Los platos de peltre han acompañados al venezolano desde hace mucho tiempo y nosotros como familia lo   hemos incorporamos a nuestra vida diaria. Me encantan, cada plato es diferente, es rustica, sin embargo es parte de nuestras tradiciones, conversaciones, arepas