marienepiñero.com

En estos días escuché una canción que decía que la felicidad empieza con fe. Esto es muy cierto ya que cuando estamos felices sabemos que Dios nos acompaña, nos apoya en nuestra vida y proyectos. Dios nos quiere felices, nos lo dice cada día, cuándo abrimos los ojos a un nuevo amanecer, que representa una nueva oportunidad para vivir. El ser humano intenta buscar la felicidad en lo material, cuando en realidad está en las cosas más sencillas de la vida: el beso de tu madre o padre, el abrazo de un niño, un paseo relajante, llegar a tu casa, compartir con tus amigo, etc. Desterramos la felicidad con nuestras acciones egoístas y actitudes negativas, aquellas que pueden afectar nuestras relaciones. Es impactante cómo el ser humano busca ser feliz solo en las redes sociales con "me gusta" de gente desconocida, cuando no conversa con las personas que tienes a tu alrededor, entre ellos tu familia. Buscar la felicidad no es cosa de tontos, es un trabajo diario delicado, que vas f

Vamos a analizar algunas ventanas que tenemos los seres humanos. Los ojos son las ventanas del alma, nos permiten percibir nuestro mundo y mirar con amor muchas cosas. Nuestros oídos son las ventanas del corazón, perciben lo que quiere transmitir el otro y nos ayuda a ser más empático . Nuestra conciencia es la ventana a la reflexión, ayuda a comprender lo que pasa a nuestro alrededor. Nuestra boca, funciona como doble ventana, hacia afuera transmitiendo el mejor de los lenguajes y hacia adentro para nutrirnos del mundo. Nuestra piel es la ventana del contacto, del abrazo y la caricia afectiva. Nuestro cerebro es la ventana al conocimiento, razonamiento y emociones, aprendamos a usarla de la mejor manera. Nuestros órganos son las ventanas de la salud, por eso lloran cuando son maltratados. Nuestra vida es la ventana al amor y a la libertad, podemos hacer con ella lo mejor con lo que realmente tenemos. ¡Que hermosas ventanas! agradece cada día a Dios cada una de ellas, que con tanta &qu

  Hola Bambú, sé que eres una planta muy beneficiosa, pero lo más interesante que se de ti, es que no creces como las demás plantas, sino después de 7 años de haberte sembrado. Esta espera nos puede hacer reflexionar acerca de lo que implica este tiempo para nosotros, quizás lo necesitamos para madurar y ser tan altos y esbeltos como tú. En 7 años, podemos hacer y terminar una carrera, podemos curar una pérdida, cerrar un ciclo, encontrar un nuevo trabajo, renovarnos celularmente. Cuando estudié constelaciones familiares, me enseñaron que cada 7 años pueden haber cambios en la vida y se pueden visualizar o mirar dentro de una constelación a través de diferentes aspectos o señales que se presentan, permitiendo realizar cambios en la vida. Otro aspecto importante de los Bambú, es que una vez crecidos son fuertes y difíciles de romper. Esta fortaleza se observa ante las tormentas, tu capacidad de aguantar los vaivenes y la rudeza del tiempo. Esto lo debemos aprender de ti, ya que generalm

Una querida amiga me invitó a realizar una Terapia de mandalas, con el fin de hacer sus prácticas educativas, les puedo decir que fue una experiencia muy hermosa. Con anterioridad he dibujado y pintado mandalas, inclusive la he llevado al trabajo con mis estudiantes, aspecto que los ha favorecido mucho, sobre todo para mejorar procesos atentivos y estimular su creatividad. Este tipo de ayuda nos permite visualizar la resolución de un  problema, ya que se trabaja un tema específico, fue un trabajo de 4 semanas pero fue muy significativo, ya que la terapeuta te lleva a descubrir  aspectos emocionales que posiblemente desconoces o que cuesta manejar, recuerden que muchos tenemos corazas que desarticular. Es importante señalar que tener estos espacios, nos permite abrirnos a nuevos descubrimientos emocionales y pudieran desatar o aclarar aspectos a los cuales nos sentimos emocionalmente arraigados y por supuesto, no nos dejan crecer como persona. Vínculo esta terapia con la arteterapia, do

  En marzo me contagie de Covid-19, llevando la enfermedad a mi casa, enfermó también mi hermana y luego mi cuñado.   Gracias a Dios nos dio muy leve a mi hermana y a mí, con síntomas constantes y tal como lo dice el reporte médico: malestar general, fiebre, pérdida de olfato y gusto al 4to día, dos  semanas convalecientes y dos semanas más con malestar y cansancio físico.   Mi cuñado no tuvo la misma suerte, tenía graves problemas respiratorios  y a las dos semanas y tuvimos que correr con él a nivel de médicos y tratamiento, gracias a Dios ya va saliendo de su gravedad y se encuentra estable.   El covid-19 es la enfermedad del aislamiento, debes estar solo por lo menos 20 días, es muy triste, sin embargo no me sentí tan aislada porque mi casa es pequeña y los ruidos ayudan a minimizar la soledad.   Lo bueno es que contaba con mis familiares y amigos que estuvieron pendientes de nuestro cuadro médico y a través de nuestros teléfonos nos acompañaron.   Muchos decían que después de

  Una vez que viajaba de Barquisimeto a Caracas, después de pasar unas vacaciones en casa de mis padres, me sentí muy mal en el autobús, por un fuerte dolor de cabeza que inclusive me causó ganas de vomitar y mareos. En ese momento no cargaba analgésicos y era tan fuerte el dolor que pasé por cada puesto del vehículo pidiendo una pastilla, para comprobar con asombro que nadie tenía o simplemente no querían compartir, llegué a Caracas casi desmayándome y   ese día manifesté que nunca me faltaría en un viaje el pastillero y que si alguien necesitaría en algún momento de mis pastillas no dudaría en ayudarlo, gracias a Dios,   así lo he hecho hasta ahora. Así pasa en la vida, vamos   transitando sin pensar que podemos dar algo tan sencillo como una pastilla, una palabra, un poco de dinero en   efectivo, un abrazo, un vaso de agua, etc. para aliviar el dolor o malestar de aquella persona con la cual nos topamos de paso. Nuestro ego está tan inflado que creemos que no necesitamos ayuda