El ocupante del faro.
.png)
Caminaba por la playa plácidamente, las olas del mar estaban fuertes y la brisa alborotaba mi cabello. Me sentía triste, muchas cosas habían pasado por mi vida, la muerte de mi madre y la inevitable separación de Raúl. A pesar de esto mi vida era activa e interesante, porque mi trabajo ocupaba mi tiempo y mi pensamiento, manteniéndome ocupada. A lo lejos vi un faro , su aspecto blanco con franjas rojas me llamó mucho la atención, me encantaban las historias que se contaban alrededor de estas edificaciones y de sus cuidadores que con gran esmero trabajan en ellos. La arena blanca y el mar azul, hacía que el faro se viera deslumbrante, me acerqué a su puerta, toque con fuerza pensando que el cuidador estuviera dormido y nadie contestó. La puerta se abrió y subí por sus escaleras circulares de madera, la cual crujían a cada paso. En la medida que subía cada peldaño, el viento se hacia más fuerte, su silbido era como una melodía, que se colab...