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                                                                      por Mariene Piñero  Hola, amig@, supe que estas en el hospital con los síntomas de esta penosa enfermedad, quiero manifestarte que no estás solo, rezo por ti todo el tiempo, para que tu estancia sea más llevadera y puedas poco a poco salir de ella. Déjame decirte que te voy a enviar a un amigo mío, muy especial, no tarda en llegar, cuando lo veas lo reconocerás, ya te ha acompañado antes, ¡recuerdas!, aquella vez que necesitabas protección en la calle y te acompañó hasta que llegaras a la casa, si ¡ese mismo! Abrázalo cuando llegue, que sienta tu cariño y tu amor, el responderá de la misma manera, tranquilo él no se preocupa de contagiarse, ya ha sufrido peligrosas pandemias y ha podido sobrevivir. Conversa con él todo lo que te preocupa, tus miedos, confiésale tus angustias, entrégale tus malestares y  tus preocupaciones, seguramente te reconfortará, háblale sobre tu familia y lo preocupado

por Mariene Piñero Godoy  Cuando iniciamos la cuarentena nunca pensamos en el tiempo de convivencia que íbamos a desarrollar con nuestros familiares o parientes,   sería un tiempo de dimes y diré tirantes   o por el contrario acogedor y agradable: " la experiencia apenas comenzaba" Vivimos juntos, claro que sí, pero no las "24 horas" , la rutina: escolar, laboral o social, nos permite que nos distanciemos un rato de todos aquellos que conforman nuestro grupo familiar y se alivie o aligere el contacto diario. Maravilloso llegar   a casa , contar las anécdotas de día, arreglar u organizar las cosas y tareas del día siguiente, echarse en cama y descansar, teniendo un rato de intimidad, ¡sí señor muy rico! sin embargo, coloca ese escenario por lo menos 17 horas seguidas, no estamos acostumbrados y por 40 días, ¡qué va! Ninguna familia es perfecta, por supuesto tampoco lo es su proceso de comunicación, con mi familia puedo señalar que tene

Siempre he pensado en  la diferencia que puede hacer una persona al mundo, “ EL PODER  DE UNO” , son aquellas que por voluntad propia hacen la diferencia en el lugar donde se encuentran, limpian una playa, recogen la basura de un parque, visitan algún enfermo, modifican algún ambiente para disfrute de todos, cocinan para los demás,  te abrazan, escriben alguna carta o mensaje especial, están pendiente de los más débiles, sensibles  o necesitados. Son aquellos que perciben la realidad de una manera diferente, ven alguna carencia o alguna necesidad y se dan a la tarea de hacer algo para mejorarlo, son realmente necesarios en nuestra sociedad. Cuando pensamos en estas personas, automáticamente nos acordamos de nuestras madres y abuelas, eran tan especiales, lo digo porque la mía,   ya falleció, sin embargo recuerdo sus detalles, sus comidas, sus atenciones, estaba pendiente de los pequeños detalles y los subsanaba, era realmente muy especial. También recuerdo Maestras

Hoy haciendo cotufas en  sartén, de aquellas que no vienen en bolsita para microondas, me doy cuenta que en la primera carga, siempre quedan semillitas en el fondo, ya cuando hago la segunda tanda verifico que se han hecho todas, esto puede obedecer a varios aspectos, la primera que el sartén a lo mejor no esta lo suficientemente caliente para cocinar todas las cotufas con uniformidad, que el aceite sea insuficiente  o que el tiempo de exposición al calor haya sido poco.  Este hecho tan sencillo, me lleva a comprender que muchas veces en las segundas oportunidades hacemos las cosas de la mejor manera, sabemos cómo debemos actuar, que ingrediente secreto le falta a alguna relación, qué tanto amor le vamos a poner a las cosas para que funcione de cierta manera diferente. Agradezco hoy las segundas oportunidades que me ha dado Dios en mi vida, los amores, las personas con las que tuve algún problema y se pudo solventar, los aprendizajes que obtuve y las nuevas experienc

Pobrecita vaca que ni sabe que cada vez que no nos hacemos responsables de nuestros errores propios, chistosamente es ella de quien se supone la culpa.   Somos humanos y una cosa que hacemos bien es ser “imperfectos”,  nunca dejaremos de cometer imprudencias o de no hacer lo que se supone que tendríamos que hacer en algunos momentos de la vida.  Es normal para la mayoría no querer demostrar nuestras equivocaciones frente a los demás, da vergüenza, nos condena, nos hace vulnerables ante los otros. Es mejor y más fácil no aceptar la responsabilidad por nuestras faltas, faltas que se suponen fuera de lo establecido por la mayoría, que pudieran en algún momento lastimar a alguien u ocasionar inevitables consecuencias.  La vida nos exige compromiso con los demás y nosotros mismos ,  ser francos y valientes en todo momento, nos hará ser más apreciados y fuertes. Pero también hay personas que llevan consigo un sentimiento de culpa más destructivo,  esa culpa que se acoge co

Tres gotitas derrotaron, las fronteras con dolor, para comprender que somos, frágiles como la flor. Tres gotitas nos hicieron, respirar mucho mejor, un aire algo más fresco, un cielo libre de smog. Tres gotitas nos unieron, en una sola razón, ver que somos seres humanos, en un sólo corazón. Tres gotitas nos hicieron, acercarnos más a Dios, a pedir por el hermano, que está afuera con dolor. Tres gotitas permitieron, mirar en nuestro del corazón, nuestra casa, nuestros niños, nuestros viejos, nuestra UNIÓN. Tres gotitas, muy duras, fortalecen e inmunizan, un mundo lleno de dudas y duelo a su alrededor. Tres gotitas... Que este evento tan duro para toda la humanidad, sea la base para construir verdaderamente una civilización basada en el amor.  Abre tu corazón para aprender lo que te toca en estos momentos y ser luz para muchos.  Que tres gotitas no nos venzan, sino por el contrario nos fortalezcan como seres humanos.       

La felicidad  es disfrutar de los pequeños detalles,  ver lo esencial en las diferentes situaciones de la vida, tener una  familia, sana,  contenta,  sentirse feliz por sus  logros personales,  compartir con los amigos o sentir en la soledad, alivio. Es ver sonreír a los niños, disfrutar de un chocolate, compartir un café con un amigo, quedarse en cama un domingo sin estrés. La Felicidad es un estilo de vida, una decisión personal, puedo ser feliz en circunstancias adversas, sabiendo que todo en el   futuro va a estar bien y cómo se logra esto, pues teniendo en el corazón   esperanza,   fortaleciendo la fe y dándole un sentido significativo   a la vida. Puedo ser feliz tomando cada pedacito de mi tiempo presente disfrutándolo   al máximo, haciendo una comida, leyendo un libro, haciendo una tarea, compartiendo con aquellos que necesitan y dando siempre un poco más. Felicidad también es mirar hacia dentro aunque sea doloroso, permitiendo sanar aquello que aunque per