Indiferencia
por Mariene Piñero
A lo largo de nuestro caminar se nos presentan ante nuestros
ojos muchas injusticias, entre ellas
cosas que suceden en el diario vivir, madres maltratando a su hijo en la calle,
una persona regañando a un anciano, un hombre comiendo de la basura, la agresividad
de un hombre sin razón .
Para evitar
inmiscuirnos y evitar problemas, nos separamos de esa situación, miramos hacia
otro lado, nos enajenamos o aislamos.
Que dura es la indiferencia,
que difícil para los que no tienen nada y muchas veces, si pudiéramos ayudar, a lo mejor permitiríamos que un niño nazca, alguna persona se cure o
alguien pueda solventar alguna emergencia económica.
Que bueno sería si fuésemos más
lo que aportáramos a los que necesitan de nuestra misericordia.
- ¡No me interesa! ¡No es mi problema! ¡Allá, él o ella!, ¡Eso se
lo buscó ella mism@!, tantos juicios
y poca atención.
Ser indiferente es un cáncer
de la nueva sociedad, una enfermedad social, de la de no inmiscuirse en nada
que este más allá de nuestro confort, de nuestro m2, de nuestra comodidad.
¡Cuál es la razón!, en breve expondremos algunas de los posibles motivos que pueden
influir en esta situación social:
1.- Porque nos sentimos muy seguros
en nuestro estatus social, económicamente estamos muy bien, no nos hace falta
nada y nos podemos regodear de nuestra riqueza o posición cómoda.
2.- Porque lo hemos aprendido
en nuestra crianza. Nuestros padres nos advertían en no meternos en otros
asuntos, criándonos en una burbuja imaginaria, la cual nos hace más daño
quedarnos en ella, que salir a respirar aires de necesidad, no es culpa nuestra, alguien nos lo enseñó.
3.- Porque alguien quebrantó
nuestra confianza, nos hirieron, nos robaron, abusaron de nuestra confianza
o alguien que queríamos mucho no ha defraudado, es lógico que no tengamos
confianza.
4.- Porque nos da asco,
no lo soporto, la pobreza, la marginalidad.
5.- Solemos juzgar al
otro, sin medir si esa es realmente su realidad, muchas veces juzgamos sin
conocer la realidad del otro.
6.- Esperamos que nos lo
gratifiquen, nos agradezcan o nos premien. Hacemos de esta ayuda un refuerzo
social propio.
Es importante evaluar el por qué de nuestra
indiferencia y la razón de este sentimiento en nuestro corazón.
Ahora cuando tenemos alguna crisis esperamos que los demás no
sean indiferentes. Sentirnos que no nos apoyan y no nos olvidan.
Somos seres humanos debemos ser sensibles a lo que le pase a otro ser humano a esto se le llama
empatía, no es sentir lástima y por lo tanto ayudo, esta es una empatía
lastimera la cual no debe ser nuestro fin, sino comprender sin juzgar, para
poder ayudar.
La empatía es lo contrario a la indiferencia, es mirar más allá, con el fin de ayudar efectivamente a la
persona que lo necesita.
Ayude, participe, ofrezca
sus talentos de manera franca y sincera, sin miedo. Dios lo agradecerá y te
ayudará premiándote con cualquier otra cosa: un regalo, alguna ayuda, un
milagro o cualquier otra cosa.
En Venezuela se ha popularizado un dicho “los buenos somos más”, cuando ayudamos a alguien en medio de una
de las peores crisis por la cual está atravesando el país.
Ser bueno, es sacar lo mejor de nosotros mismos en los momentos
más difíciles.
Tenemos un propósito y no mostrar indiferencia es uno de ellos.
Siempre he pensado en el “Poder
de uno”, el efecto que causa cuando te diferencias de los demás por tus
acciones y no para vanagloriarte, sino hacerlo por amor a Dios.
Debemos curar este cáncer, quizás no comportarnos como héroes,
resolver los problemas de todos, este no es el caso, es optar por ayudar si puedes
hacerlo para que la vida de otro pueda ser mejor.
O nos ayudamos o morimos.
Los pingüinos emperadores machos, cuidan a sus crías en invierno
y hacen un bloque fuerte para resistir el invierno en el glaciar. Este es un
ejemplo claro de la importancia de ayudarse en los momentos más críticos y
significativos de la vida.
Cuando te encuentres ante una situación o persona que necesita
ayuda, pregúntale cómo podrías ayudar, si puedes mitigar su problema
Se parte de la
solución, no del problema.
¿Cuál es tu aporte?
Comentarios
Publicar un comentario