Beneficios del contacto físico
En tiempos de distanciamiento social, el contacto físico se
encuentra minimizado e inclusive eliminado, producto del miedo y de cumplir con
las normativas de prevención de la pandemia.
Esta pandemia está generando problemas emocionales que pueden generar conflictos con nuestros familiares o personas más cercanas. Un día me levante y quería abrazar a mi papá y el al ver que me acercaba me dijo: ¡no me abraces!, ya que le hemos advertido, sobre los cuidados que debe tener como persona de la tercera edad, eso me dolió mucho, cuesta adaptarse a estas normas, quizás las podemos flexibilizar, pero hay que evaluar cómo, para no sentirnos mal.
Para mi ha sido muy difícil evitar el contacto físico, cuando
veo a algún amigo, mi tendencia es abrazarlo como si no hubiese pasado nada, luego recuerdo el distanciamiento social y lo evito.
Es importante señalar que el ser humano utiliza normalmente el contacto físico dentro de su relación con su mundo y con la sociedad.
El contacto físico es muy importante, los bebés que no se acarician con frecuencia suelen llorar
mucho, enfermarse con mayor facilidad y les cuesta subir de peso.
Los niños perciben un mundo más seguro cuando son acariciados
con frecuencia, inclusive ellos son espontáneos con sus gestos, aspecto que
favorece sus relaciones personales con sus iguales y con los adultos.
Los adolecentes suelen ser espontáneos con sus gestos, sobre
todo con sus compañeros los cuales suelen responder de igual manera, sin
embargo son más parcos afectivamente con
el adulto, ya que están desarrollando su independencia personal.
Como adultos, nuestra experiencia familiar o personal nos dará la pauta para tener la facilidad de abrazar o de tener mayor contacto físico, en mi casa, por ejemplo, mis padres fueron afectivos, más de palabras que de gestos, sin embargos mis novios o parejas me enseñaron a ser un poco más abierta.
Me gusta el contacto físico,
un abrazo, me genera tranquilidad y hace que mi día sean más fáciles.
El contacto físico tiene
innumerables beneficios:
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Reduce el estrés, ya que disminuye la producción de
serotonina que es la hormona relacionada con el estrés.
- ·
Disminuye la ansiedad, nos sentimos más relajados.
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Mejora la salud física; disminuye la presión sanguínea, el
ritmo cardiaco y fortalece el sistema inmune, tan necesarios en tiempos de
pandemia.
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Propicia nuevos aprendizaje a través de estímulos táctiles,
corporales, emocionales y afectivos.
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Mejora el estado de ánimo, aumentando la producción de oxitoxina, hormona relacionada con el afecto.
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Refuerza la autoestima y la seguridad personal.
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Reduce la percepción del dolor, un abrazo es un analgésico
natural, minimizando los niveles de dolor.
- ·
Favorece la felicidad, ya que nos produce placer y nos
sentimos plenos como personas.
La nueva normalidad regulará por los momentos la intensidad
del contacto físico, sobre todo con las personas que viven fueran de nuestra
casa, sin embargo podemos aprovechar
este momento para acariciar más a nuestros hijos y parejas,
así como a las personas que viven con nosotros.
Demostrar afecto, beneficiará positivamente las relaciones
familiares y permitirá desarrollar lazos más fuertes.
Es importante comunicarse con los familiares que viven lejos,
realizar una llamada o enviar mensajes, para evitar que se
sientan solos o apartados.
Cuando todo esto termine saldremos más fuertes, no sólo
porque estas experiencias nos enseñan innumerables cosas, sino porque nos
permiten evaluar que nuestros familiares o las personas que tenemos más cerca
son las más valiosas para nuestra existencia.
¿Abrazas con frecuencia?
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