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Viejo, mi querido viejo

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por Mariene Piñero Todas las etapas de la vida son importantes pero es en la tercera edad donde descubrimos el verdadero amor de nuestros seres queridos y donde necesitamos de los demás. El anciano en esta etapa se convierte en un ser indefenso. Nosotros nos convertimos en padres de nuestros padres, tolerando su irritabilidad, sus descuidos por torpeza, sus protestas sin razón, los largos cuentos de su vida, recordando sus anécdotas como si fuera ayer, realmente son como niños.  En un vídeo que pasaron en whatsApp, se refleja la poca tolerancia que les tenemos a nuestros viejos, en él se ve a un padre con su hijo sentados en una plaza y el padre le pregunta: - ¿Qué es lo que suena en los árboles?   El hijo le responde: un pájaro.   Se lo pregunta 4 o 5 veces, ya en ese punto el hijo le grita: YA TE LO DIJE: UN PÁJARO.  El Padre le muestra un diario que llevaba de la crianza de su hijo que decía: Hoy mi hijo pequeño, preguntó 50 veces, qué sonaba en los árboles y 5

Un secreto para ahorrar

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por Mariene Piñero Desde pequeña mis padres me enseñaron a ahorrar , no éramos pobres pero con un sólo sueldo entrando a la casa, -el de mi padre-, con cinco hijas, tenían que ser precavidos en la economía del hogar, no teníamos carencias, sin embargo tampoco era que las cosas sobraban o se desperdiciaban.  En su lenguaje para que aprendiéramos a ahorrar estaban las siguientes frases: -El que guarda, siempre tiene.  -Es importante cuidar tus objetos personales. -El dinero no baja del cielo. -No gastes todo de un sólo golpe, guarda una parte. (Cuando te daban una mesada para la semana), recuerdo tener cochinitos de colores.  Es importante destacar que a medida que iba madurando y leyendo información sobre la prosperidad y programación neurolingüística , entendí muchas cosas tanto positivas como negativas sobre la riqueza y el buen uso de ella, actualmente no soy rica, vivo de mi salario como docente, sin embargo con este secreto que les voy a recomendar, s

Cuando muere un ser querido

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por Mariene Piñero La muerte es un tema para todos delicado, sabemos que es natural, así como lo es el milagro del nacimiento, sin embargo nos atemoriza por su gran misterio. Es un momento difícil para todos, especialmente para los más cercanos, cualquier comentario mal realizado puede afectar, es necesario actuar con mucha delicadeza, manifestarse con mucha prudencia. La rabia y el dolor esta tan latentes;   un abismo puede envolver a la persona que sufre la pérdida, sumergiéndola en una profunda tristeza.  Al fallecer una persona, se establece un cambio radical en toda la vida familiar, muchas veces no nos acostumbramos a su ausencia, el dolor puede arropar a la familia por mucho tiempo,  afectando su equilibrio emocional.   Es necesario hacer el duelo , pasar por todas sus etapas, para curar realmente el alma, sin embargo esto puede extenderse por un largo tiempo, emocionalmente cada persona  tiene un tiempo y una manera de vivir su duelo, de ello dependerá lo

Si tan solo oráramos más

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Si tan sólo tomáramos tiempo para orar y nos uniéramos en un mismo sentir, c osas maravillosas veríamos, pero estamos invirtiendo nuestras fuerzas y recursos en la lógica humana y no en la oración. Creemos más en lo que podemos conseguir nosotros mismos, que en lo que Dios puede hacer. Si pusiéramos a Dios en primer lugar, "DE VERDAD", no tendríamos ningún temor y todos nuestras necesidades con seguridad serían suplidas. Mariene Piñero

Como yo te amo

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NADIE TE AMARÁ... Esta es una promesa muy hermosa, creíble, sin embargo cuando la hacemos generalmente estamos muy enamorados, tendiendo  a cambiar con el tiempo,  las circunstancias, los altibajos, los arrebatos, las dificultades, etc. El amor es algo tan hermoso, crees que la pasión del enamoramiento va a perdurar por siempre y resulta que va disminuyendo, persiste el amor, pero en menos intensidad. El tiempo cambia la visión y la percepción de la pareja, los hijos, el trabajo, los suegros, las dificultades y cómo reaccionamos ante ellas, van a definir un poco nuestros parámetros en la relación. Resulta muy lindo pensar que siempre va a ser igual, pero no es así, la vida se encarga de ponernos cada quien en su lugar, con respecto al amor y a la familia, construyéndola juntos y es allí donde afloramos lo mejor o lo peor, nuestras luces y sombras, capacidades y debilidades. Son bellas las promesas de amor, siempre y cuando sepamos cumplirlas en nuestro caminar

Manifiesta espontáneamente tus emociones

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por Mariene Piñero Godoy Mi familia es numerosa, mis padres se esforzaron por darnos la mejor educación,  sin embargo  emocionalmente no eran muy expresivos. Cuando estudio educación descubro a través de la psicología, que ser expresivo es fundamental para vivir de manera más sana, cuando entendemos nuestras emociones manejamos las relaciones de una manera más asertiva. En todos los tiempos manifestar espontáneamente las emociones ha sido un tabú, podemos decir que nuestros abuelos fueron criados toscamente, donde manifestar una emoción de cariño, reflejaba debilidad y hasta era mal visto por la   familia y la sociedad. La manera de cómo manifestamos nuestras emociones nos dan una firma de nuestra personalidad, “ somos lo que reflejamos”. Dependiendo de las costumbres familiares, en mayor o menor medida, expresamos libremente nuestros sentimientos, aunque en muchas ocasiones se nos hace más fácil expresar sentimientos sobre todo cuando algo nos molesta . En el campo de la I

La madurez

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por Mariene Piñero Godoy  Es el premio que la vida nos da para vivir en paz y ser feliz.  Hemos madurado cuando: -Aceptamos lo que llega y dejamos partir lo que se tiene que ir. -Conocemos nuestras fortalezas y nuestras limitaciones, logrando que las primeras no nos conviertan en arrogantes y las segundas no sean motivos de miedos y sufrimientos.  -Cuando podemos distinguir los tiempos: tiempo para llorar, tiempo para reír, tiempo para hablar, tiempo para callar, tiempo de compañía, tiempo de soledad.  - Cuando reconocemos nuestros errores y trabajamos para corregirlos.  - Si aprendimos a no juzgar, ni culpar a nada ni a nadie de lo que nos sucede.   -  Al  saber cuándo cruzar un puente y cuándo quemarlo. -Cuando aceptamos nuestra personalidad con sus luces y sus sombras. ¡Madurez es abrazar la realidad y vivirla plenamente!