CLAVES PARA ORAR


por Mariene Piñero


Aprender a orar puede ser sencillo o complejo esto  dependerá  de la experiencia individual. En ocasiones podemos conectarnos con Dios, simplemente hablándole con palabras sencillas, o a través de oraciones ya establecidas. 
Mi madre rezaba con devoción el Santo Rosario, mi padre ora tres veces al día, en la mañana, al mediodía y en la tarde, habla con Dios, ora por los necesitados, los enfermos, los que sufren, por su familia y sus hijas, confieso que yo no soy tan aplicada en este aspecto, sin embargo reconozco que converso con Dios en diferentes ocasiones, cuando camino por las calles y veo tanta desolación,  cuando necesito su intervención o  requiero tener paz y deseo andar tranquila en este mundo tan mundano. 
Jesús es mi amigo, mi compañero de camino, acudo a él a  través del santísimo, pero en muchos momentos siento que mi oración es seca,  que no llega a ninguna parte, esto lo sintieron muchos Santos entre ellos la Madre Teresa de Calcuta, la cual sentía gran desolación en su oración, siendo necesario hacerlo con regularidad y persistencia, generalmente esta sensación desaparece y se siente mayor seguridad. 
Para que la oración sea efectiva es necesario disponerse a ella, sentir el deseo de establecer una conversación con Dios,  de alabarlo, de  manifestarle  tus miedos, angustias, preocupaciones,  alegrías, logros, pero ante todo el querer estar en su presencia. 
Procura silenciar tu pensamiento, acallar los ruidos mentales  y escuchar en el silencio la voz de Dios, sentir su amor y el mensaje que quiere darte (este proceso no es fácil, requiere de hacerlo todos los días, aunque sea por 5 minutos y luego aumentar poco a poco el tiempo).  
Visualizar a Dios, también ayuda, quizás sentados en algún lugar, estableciendo una conversación como amigos, sin reservas, íntimamente, de manera franca y sobre todo sencilla. 
Ayuda leer algún evangelio de la biblia, un salmo, las Carta de San Pablo u otro documento que te permita profundizar tu oración, siendo importante comprender qué mensaje quiere darte con esa lectura.
Pide a Dios, lo que quieras: paz, alegrías, recursos, interceder por alguien, un familiar, un enfermo, un preso, un enemigo, una persona deprimida, por aquel mendigo o niño necesitado con el que te cruzaste por la calle, tu oración será escuchada, simplemente pide con fe, esperando que se cumpla aquello que con fervor solicitaste en la oración. 
Dale las gracias a Dios de antemano por aquel favor, eso permitirá tener esperanza y también entender que una actitud agradecida abrirá canales más  fuertes con el creador.
No tengas miedo o flojera a la oración, cuando te acostumbres el proceso será mas fluído, cercano y por qué no, "mágico y fabuloso".
Las experiencias de los otros, también enriquecerán las tuya, pregunta en tu iglesia sobre cursos de oración, o a personas  que estén acostumbradas a orar para conocer su testimonio y así enriquecer tu propio proceso, puedes buscar también un asesor espiritual, de acuerdo a tu religión. 
Disfruta de la oración, esto es lo más importante, no lo fuerce, ni te presiones, paso a paso llegarás a tener experiencias significativas en tu vida a través de la conexión con Dios. 
¿Qué experiencias haz tenido con tu oración?

Nota: La escritora es católica, sin embargo esto puede aplicar a otras religiones. 




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