EL PERDÓN
por Mariene Piñero
Perdonar es responder con amor a aquel que nos hace daño.
El perdón debe ser un
requisito indispensable para seguir después de una ofensa, es agua fresca que
restituye la vida.
Implica en cierta forma
olvidar, lo que puede resultar difícil, sobre todo cuando nos sobrevive un Ego
herido, frustrado, triste, abatido, quizás acomplejado y triturado
emocionalmente.
El perdón implica un camino
que va avanzando poco a poco, al principio el dolor es tan grande que cuesta
desterrarlo de la mente y el corazón. Es
como aquella gota que cae y forma una onda en un lago, sólo que al inicio esa
onda es de dolor, hasta respirar duele, se confunde la tristeza con la rabia y
la incertidumbre, es sentir que estas preso sin haber recibido sentencia
alguna, un desierto emocional y que nada lo pueda reavivar, es vivir en agonía
y abrazar la soledad, como compañera fiel, fría, frívola y vacía, sentimientos
que te envuelven en un espiral.
Esto pareciera fácil, sin
embargo no lo es, en ocasiones se hace cuesta arriba para intentar abatir la
tristeza y la melancolía, la autoestima se quiebra y te sientes inferior a los
demás, es necesario poner de nuestra parte para superar la frustración y el
dolor.
Nuestra vida realmente es
muy corta para sentir rencor por alguien, representa tiempo perdido y además reavivamos
el dolor cuando pensamos en la ofensa,
sin determinar que el que nos ofendió pueda estar muy tranquilo por otros
lares, (muchas veces hasta nos pudo haber olvidado)
El tiempo nos ayuda a
perdonar, alguien dice por allí que lo "cura todo", nos permite ver
en retrospectiva el hecho pasado, se siente menos el dolor, sin embargo no
significa que hemos olvidado o quizás nos afecta menos, aspecto que puede ser
beneficioso, sin embargo esto va a depender de nuestras actitudes, sensaciones
y vivencias ante el hecho doloroso, es también motivo de aprendizaje, ya que
algo nos enseña la situación.
Pueden
pasar tres cosas con respecto al tiempo:
Sentir
menos el dolor: cada día que pasa me siento diferente con respecto al hecho, no
lo recuerdo ó los recuerdos son más lejanos, en la escala del dolor los
sentimientos negativos han bajado de intensidad.
No
siento nada: soy indiferente, no siento nada, es importante cuidar aquí si
esta situación ya que pudiera estar disfrazando otros sentimientos como la rabia,
la tristeza o frustración. (aquí no se ha producido el duelo del perdón)
El
recuerdo está tan vivo como el primer día: nada ha variado,
aunque haya pasado el tiempo; si pasa esto es importante revisarlo
terapéuticamente.
Podemos ver el perdón como
una degrades de sentimientos, cambia no de un día para otro, sino
progresivamente, esto dependerá de cómo hemos reaccionado ante la ofensa,
recordemos que nadie nos ofende, aquí nuestro ego hará el trabajo, reaccionando
ante la ofensa. Es una decisión
personal, sin embargo está condicionado al nivel o fuerza de los sentimientos,
es decir, un día puedo pararme decidida a perdonar, sin embargo no logro que
mis sentimientos y emociones sean menores o hayan mermado, esto se debe al
nivel o magnitud de los sentimientos en ese momento, a la intensidad del
recuerdo, si revivo las situaciones una y otra vez, también dependerá de la
voluntad de perdonar la ofensa, por eso este proceso es complicado para muchos.
Aquí escribiré varios pasos
para perdonar que puedan ayudar:
-
Reconocer cuál fue verdaderamente el problema, mirarlo desde
distintas perspectivas, esto permitirá evaluar realmente lo que pasó,
desmembrarlo y observar cada una de sus partes, a lo mejor haciendo este
ejercicio puedes determinar muchos aspectos donde no sólo el responsable es el
otro, a este paso le denomino: Mirar el
conflicto.
- Ponerte en los zapatos del otro,
entender por qué te ofendió, quizás para esa persona fue lo mejor que pudo
hacer en ese momento, no tenía otras herramientas, ha sido una persona herida o
maltratada y no supo responder efectivamente ante esta situación, quizás fue la
mejor respuesta ante su realidad de vida, a este paso le llamo: Entender al que te ofende.
- Sentir amor, cambiar radicalmente
el sentimiento, añadirle un matiz emocional diferente a la situación,
visualizar a la persona y abrazarla, como amigos, a este paso le llamo: reconciliación, (aunque la persona no esté
presente).
Recuerda que si no
perdonas, esto será más pesado para ti, es como una brasa que te quema, sin que
tú puedas controlar, dejar ir ese sentimiento, es lo mejor, verás que te
sentirás más ligero y así te enfocarás positivamente en la vida.
Podríamos probar a ver qué
pasa y paciencia que la vida lo merece
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