LA TELARAÑA
por Mariene Piñero
Cuando en un jardín vemos
una telaraña, podemos pensar en los valores que están implícitos en ella:
TRABAJO: Es tejida con mucha dedicación,
simetría y perfección.
SACRIFICIO: La araña la hace en
solitario, sin hacer ruido, su trabajo es constante y persistente hasta
terminarla y poder habitarla para tener a sus hijos y conseguir su sustento.
FUERZA: Puede soportar a su habitante y
su peso sin que se rompa o deteriore fácilmente.
DESAPEGO: Una vez rota, la araña simplemente la
abandona, no se lamenta, ni entristece, comienza nuevamente de cero.
CONEXIÓN: Aunque se ve flotando en el aire, se
conecta a través de sus redes a tierra, a la realidad, a la vida.
El
reino animal nos enseña mucho, sobre todo a recordar los valores que nos
ayudan a caminar cada día con mayor fuerza, solventando las dificultades.
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Probablemente nunca habrías pensando en los valores implicitos en una telaraña.
¿Qué otros ejemplos de la vida animal te ánimas a conocer y a valorar?
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