ESPERANZA


por Mariene Piñero
La esperanza es un término que muchos conocemos en estos tiempos turbulentos, es un sentimiento de optimismo donde nos sentimos felices en la espera de algo.
El ser humano cifra su vida en muchas esperanzas, estas pueden ser grandes o pequeñas, por ejemplo el amar a una persona, el nacimiento de un hijo, un nuevo trabajo, adquirir cosas materiales, quizás estas esperanzas en algún momento de su vida no llenan del todo sus expectativas, no lo satisfacen, necesita de algo más para ser parte de un mundo materialista y en ocasiones carente de significado.
Por tanto el hombre necesita de una esperanza que vaya más allá de todo lo real y esa gran esperanza es Dios.
Es la unión con Dios que nos libera del sufrimiento a través de Jesucristo, quién nos ha amado hasta el extremo al  haber dado su vida por nosotros.
El amor de Dios nos alcanza cada día, quién confía en Dios se abre a la felicidad eterna, no es efímera, es real y palpable, a través de los milagros que puede hacer en  tu vida, lo importante aquí es creer, tener fe, con la certeza de que existe un Dios bueno y misericordioso el cual nos va a dar la salvación, no sólo después de la muerte, esta salvación es ahora, siendo felices en tiempo presente, al orientar nuestras vidas a su servicio.

“Muchas personas han perdido esperanza, quizás por las grandes dificultades que están atravesando, no es fácil tenerla siempre, es necesario cultivarla a través de la fe”

Existen varias maneras de cultivar la esperanza:
Oración: Es la oración fuente de esperanza, muchas veces pensamos  que hay que aprender a orar, pues no, una oración sincera y quizás simple, es la que llega a oídos de Nuestro Señor Jesucristo, al orar encontramos paz interior y el deseo de permanecer en unión con él, que lejos de ser un ser mitológico lejano (para muchos), es tangible y real.
Recuerda cuando nadie te escucha, es Dios quién te está prestando atención, nunca estas sólo en la oración, su presencia nos acompaña siempre.
Entender el significado del sufrimiento: Es comprender que las cosas pasan por algo, que el sufrimiento no hay que esquivarlo, nos ayuda a madurar para darle un sentido a la vida.
Muchas veces no comprendemos por qué pasan las cosas y resulta que éstas nos llevan a situaciones que enriquecen nuestras vidas, quizás esto no es fácil entenderlo en el momento en que pasamos por una situación dolorosa, para darnos cuenta de las veces que una situación negativa ha producido un beneficio.
Acción: Dar esperanza a los demás, ser activos y sensibles ante las necesidades de los que sufren, muchas personas han superado grandes depresiones ayudando a personas en un hospital o en circunstancias de extrema  pobreza.
Ayudar nos enriquece y nos permite descubrir que somos capaces de dar amor y esperanza en un mundo lleno de calamidades y conflicto.
Tener esperanza transforma nuestras vida, nos permite tener una perspectiva diferente, salir de la temporalidad y entrar a la eternidad, sumergidos en la inmensidad del ser, lo que producirá una inmensa alegría ya que el tiempo no existe cuando vivimos con  Cristo y en Cristo.


"Sólo Jesús puede satisfacer la sed de felicidad del corazón humano, para la que hemos sido creado".  
Madre Teresa de Calcuta. 


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