SI DUELE, NO SE HA CURADO
por Mariene Piñero
Hoy escuchando una canción,
recordé una persona especial en mi vida y me produjo sentimientos de tristeza,
en ese momento supe que la herida de ese amor no se ha curado, no se ha
cerrado, por lo tanto aflora cuando cualquier recuerdo se presenta, una foto,
una frase, un fugaz recuerdo, la visita a cualquier lugar donde estuvimos
juntos, alguna comida.
En ocasiones, las heridas
son difíciles de curar, la memoria emocional se encarga de hacerla llegar
nuevamente a nuestro presente, causando si se quiere nuevamente estragos en
nuestra vida, aflora la culpa, los resentimientos, inclusive la ansiedad,
aspectos que sabemos son pocos sanos a nivel emocional.
El tiempo, las amistades,
nuestros familiares se encargan de hacernos olvidar los errores del pasado,
caminar con la determinación de que aquello que dolió no vuelva a afectar, es
una decisión que tomamos todos los días, debemos superar progresivamente estos
sentimiento, ya que quedarse anclado en ellos puede ser perjudicial.
Generalmente, cuando nos quedamos
estancados es por comodidad o porque aquello que nos pasó verdaderamente fue muy
traumático, es importante analizar con profundidad ese sentimiento, aprender de
él, lo que se necesite aprender y dejarlo ir. Muchos me dirán que eso no es
fácil, sin embargo es lo más sano, sobre todo si nos sigue causando
sentimientos negativos.
Mirar al pasado es bueno
cuando nos trae recuerdos hermosos, no debemos cargar con las grandes cargas de
sentimientos tóxicos, de personas negativas o de situaciones estresantes, por
tanto es necesario evaluar y sanar aquello que duele y cuando suene esa
canción, no recordar con tristezas, sino mirar con amor aquel recuerdo, que
algo te hizo aprender.
Los caminos de la vida no
son sencillos, necesitamos transitarlos con paz y alegría, si estos
sentimientos se pierden en nuestras tribulaciones, es necesario retomarlas ya
que sin ellas es rudo avanzar.
Busquemos que nuestros recuerdos sean
trampolines hacia experiencias nuevas y estimulantes, no hacia sentimientos
negativos y amenazadores.
Es un reto, saber vivir con
la coherencia necesaria para que los recuerdos sean un punto de apoyo, donde la
experiencia aprendida sea garantía a no volver a repetir ese patrón y podamos
crecer emocionalmente sanos, hasta el fin de nuestra vida.
Busca ayuda si es necesario
de algún experto, psicólogo, terapeuta, amigo y conversa sobre lo que te duele
y cómo superarlo; puedes escribir sobre tu dolor, parece mentira pero la
escritura hace drenar los sentimientos más recónditos de tu memoria emocional y
ayuda a eliminarlos de manera asertiva; Haz algo con ese sentimiento negativo,
conversa con él, discute y vuelve a retomar tu tranquilidad, no te quedes
enganchado, suéltalo e intenta ser feliz, tú realmente lo mereces.
¿Tienes alguna herida
abierta?
¿Hay algún recuerdo que te duela?
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