Domingo de lluvia


por Mariene Piñero

Quien no recuerda una tarde de domingo de lluvia con su pareja:
Despertar lentos en la cama,
piernas entrelazadas en fiel complicidad,
comidas frescas,
secretos bajo la mesa,
sin miedo al tiempo y al qué dirán,
tiempo para amarse y escucharse,
besos lentos y delicados,
miradas que desnudan
la tarde fría de un domingo de lluvia.





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