Alzheimer

 por Mariene Piñero 

Miras hacia la lejanía, quizás intentando comprender lo que queda del mundo o intentando recuperar aquel recuerdo que te nutre el alma.

Tu atención selectiva, es especial, te pierdes con facilidad cuando vas a un cuarto y no recuerdas  qué deseabas hacer.

Eres sensible a los pocos recuerdos que te quedan, una canción, una voz, una comida, puede despertarlos, son tan fugaces.

Tu capacidad se minimiza cada día, debes recibir ayuda y acompañamiento para comer, bañarte y hacer las cosas más sencillas.

El amor de tus seres queridos es fundamental, te permite seguir a flote y alimenta tu vida.

Es importante ser sensibles a tus procesos físicos, cognitivos y emocionales, la paciencia y cuidados son fundamentales para aligerar tu carga.

Sabemos que tus cuidadores pueden cansarse, es necesario ayudarlos, escucharlos y comprenderlos.

La vida te da la espalda, haciendo que lo más hermoso que tenemos “nuestros recuerdos”, se pierdan en el abismo más profundo de tu cerebro.

Siempre he pensado que las enfermedades son el resultado de nuestras emociones, será que queremos olvidar algo que nos hizo mucho daño, aquello que carcome nuestras más profundas heridas.

Nuestra sociedad debe ser más sensible a estas enfermedades y a trabajar en aquellas soluciones médicas para minimizarlas.

Por ahora estaré en tu presente, porque en tu pasado están tus tesoros más valiosos,  hermosos recuerdos que ahora son fugaces como el viento.