Perdí tres gafas

 


Quizás el titulo de este artículo te llame la atención, pues sí, perdí tres gafas (lentes) entre marzo y abril de este año, las razones: déficit de atención selectiva.

Durante el mes de marzo, tuve Covid-19, situación que me mantuvo en cama por mucho tiempo, una tarde al levantarme de la cama le pase por encima a los lentes nuevos, que estaban debajo de las sabanas, allí perdí los primeros.

Por supuesto, inmediatamente los mandé a reparar, mientras llegaban,  seguí  mi vida con los lentes viejos, muy cómodos y útiles, pero un domingo, los dejé al filo de la cama y me senté sobre ellos, grave error, los nuevos seguían en reparación. Me quedé una semana sin lentes, por tanto fue poco lo que pude hacer, ya que tengo miopía y astigmatismo.

Llegaron los lentes nuevos y envié a reparación los viejos, pues a las dos semanas de tener los lentes, se me cayeron de las manos y se fracturaron y como no puedo quedarme con un solo par de lentes tuve que mandarlos a reparar, en total pagué en tres meses, tres monturas, ¡qué horror!

Mi padre que aún está en casa por motivo de la pandemia, me reclamó mi despiste, ya que generaba gastos en dólares, cada montura vale un billete, (así le decimos en Venezuela cuando algo cuesta mucho) sin embargo no tuve opción sino repararlas.

De esta experiencia aprendí que debemos cuidar con más esmero nuestras pertenencias que nos aportan algo, dejarlo en lugares adecuados, como en una mesita, lejos de movimientos bruscos.

Que el déficit de atención, no lo sufren sólo los niños, también los adultos, inclusive hay muchos con niveles extremos, conozco mucha gente con este problema pero no lo reconocen.

Que entre los efectos del  Covid-19,  se pueden genera cansancio y modificar sus procesos atentivos, no se preocupe si aún tiene estos síntomas, pasarán en el nombre de Dios.

Que duele más cuando tenemos que desembolsar un dinero que no tenemos y por tanto ajustar nuestro presupuesto.

Que nuestras acciones pueden generar acciones catastróficas cuando las hacemos sin sentido y sin cuidado, entre ellos están las palabras y lo que hacemos o dejamos de hacer por los demás.

Reflexionemos si en nuestro caminar hemos dañado a alguien profundamente y no podemos solventar el daño.

Que nuestro despiste selectivo, no rompa nuestras bellas relaciones y si por alguna razón se fracturan, tengamos el valor de enderezar nuestro entuerto y así no perder por “gafa”.

Gafa: Así, de acuerdo con el Diccionario de la Lengua Española, en Venezuela esa palabra significa, cuando se lo dice de una persona, que ésta es de poca inteligencia o que hace o dice torpezas.

 

 

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