Roger



El patio era el lugar de reuniones de la familia, allí celebramos cumpleaños, aniversarios, encuentros de amigos y también se daban las noticias tristes como la muerte de un familiar.

Roger el perro de la casa, se encontraba dormido, seguramente cansado de perseguir alguna ardilla o ratoncito viajero.

Realmente no dejaba que nadie se acercara protegía la casa a capa y espada.

Esa tarde llego papá con la triste noticia, nos reunió a todas para contarnos el trágico decenlace de la Nona, nuestra abuela querida, que estaba en el hospital por un cáncer de pulmón.

Queridas niñas, su abuela partió al cielo, las recordó a todas antes de morir y quiere que no sintamos tristeza por su partida. Siempre nos cuidará.

Todas empezamos a llorar, se nos fue nuestra dulce Nona, la que nos consentía cuando papá o mamá nos regañaban por nuestras travesuras.

Roger, parecía que había escuchado la noticia, lentamente se paró, se dirigió a la puerta de la casa que daba a la cocina y aulló tristemente, como haciendo un homenaje a aquel ser que lo amo incondicionalmente y que acompañaba todas las tardes al pie del sofá esmeralda, donde la Nona leía sus novelas de amor.


Cuento realizado para el taller de escritura creativa.

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