Las dudas de nuestra vida.

 


Han sentido en algún momento,  que las dudas que tenemos en nuestra vida nos atormentan.

Pensamos mucho en esto  y también sabemos que nos desvelan,  no permite que tomemos decisiones con facilidad.

Dudamos, cuando pensamos que nuestras decisiones pudiesen fallar, también lo hacemos cuando estas  puedan afectarnos  personalmente, a nivel familiar y laboral.

Las dudas pueden ser torbellinos de ideas que no nos permiten deshojarlas, sino por el contrario nos producen inquietud.

Caminamos con nuestras dudas, sobre todo aquellas a las que no les queremos hacer frente, porque afectan nuestra zona de confort.

Todos tenemos dudas, aquellas que nos asaltan cuando queremos cambios y no podemos ver con claridad el camino o el final del mismo.

Las dudas también son importantes en nuestros procesos personales, porque nos ayudan a dar pasos firmes en nuestra vida y a evaluar sus consecuencias. Si no asumimos riesgos, será difícil llegar a alguna parte.

Yo por ejemplo, tengo muchas dudas, aquellas referente a mi vida, a mis relaciones, a mis  propósitos sobre todo aquellos que me ayudan a ser más feliz, generalmente me hago preguntas y así voy evaluando mi vida,  

Sé que en algún momento de mi vida, no tomé en algunos casos las mejores decisiones y por ende también sé que esto puede afectar mi futuro.

Y a lo mejor, muy en mi interior a la vez pienso, que otras  fueron  buenas decisiones, entre ellas haber vivido la vida que quería, amé de una manera muy especial, estudié la carrera que deseaba. El tener diferentes trabajos, aquellos que me han ayudado a salir de mi zona de confort y a medir mis habilidades y conocimientos.

Escribír un libro, con mis experiencias y  conocimientos de psicología educativa.

Y con todo esto, sé que sigo teniendo algunas dudas a las que tengo que atender y resolver, la vida es así.  

La duda es lo contrario a arriesgarse y ¿cómo hacemos para  arriesgarnos más?

Quizás, lanzarnos en rapel o en parapentes ¡No lo creo! Pienso que es más simple salir de la cotidianidad, de nuestra flojera para hacer algo distinto.

 Lo que sí es que es muy importante, saber de qué lado me quedo, de la duda o  de la acción.

¿Qué hacer ante la duda?

Pues podemos hacer algunas actividades sencillas, entre ellas están:

  •       Evaluar con lupa la situación, estudiar las ventajas y las desventajas.
  •     No pensar en lo que piensan los demás, trabajar tus proyectos de manera muy personal, haciendo caso omiso a las críticas.
  •     Arriesgarse, hacer algo que te permita salir de tu zona de confort, evaluar el proceso
  •    Pensar: - ¿Qué es lo peor que pueda pasar? y analizar si hacerlo es posible; muchas veces no ocurre aquello fatal que regularmente pensamos.

Recomendación final, siempre que tengas una duda, intenta hacer algo distinto a lo que regularmente haces, para ver qué resultados diferentes puedas tener.




 

 


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