Sábanas Blancas
- ¡Despierta
hoy a la vida!, se dice Marcela, luego de ver la luz del amanecer entrando por
la ventana de su cuarto.
Se
sienta en la cama y de repente, llega un recuerdo, drásticamente se acuesta y
se tapa rápidamente.
-¡No,
No quiero pararme!, - quiero pasar todo el día aquí.
La
habitación de Marcela estaba rodeada de cosas hermosas, aún estaban aquellos regalos
que dolían.
Cuando
menos lo esperaba, una lágrima rodó tímidamente por su mejilla y la tristeza invadió
su corazón.
Él ya
no estaba, se había despedido para siempre aquella noche fría de invierno, con
un beso y un largo abrazo.
No
lo vería jamás, sus últimas palabras no las podía olvidar: ‑“Te amaré siempre”, y sobre todo
sentir en ese momento la tibieza de su cuerpo que la hacía temblar.
Recordar
aquello, revivieron los recuerdos que le traían las sábanas blancas en su
habitación.
Comentarios
Publicar un comentario