Un café y tres agradecimientos.
Un café y tres agradecimientos, es
una de mis rutinas mañaneras, y…
¿Por qué un café?
Porque el café nos induce a la pausa
que podemos hacer para reflexionar sobre nuestra vida.
¿Por qué tres agradecimientos?
Porque es sencillo buscar tres cosas
por agradecer diariamente.
Agradecer es un acto de amor, es
valorar lo que tenemos y sentirnos felices por ello.
Cuando agradecemos activamos la
esperanza, aquella que nos dice que siempre vamos a estar mejor.
La Psicología Positiva, afirma que
agradecer ayuda a sentirnos mejor, ya que valoramos lo que tenemos.
Fortalece nuestra capacidad para
seguir trabajando con amor y con más ahínco en función de lo que queremos y
cuando llega aquello, nos sentimos aún mejor.
Agradecer nos fortalece, eso
significa que tenemos una disposición más feliz de la vida y podemos asumir con
una mejor actitud los retos a asumir.
Nos ayuda a ver un panorama más
agradable cuando las circunstancias nos agobian.
Agradecer nos abre camino, nos ayuda
a ver soluciones donde no las hay y nos permite pensar diferente cuando hay
dificultades.
Al convertirlo en rutina, nos da una
base, para ver las innumerables bendiciones que tenemos a nuestros alrededor:
despertar por la mañana, un rico café, la risa de los niños, el saludo de los
abuelos, el trabajo que nos da sustento, la oración que nos ayuda a meditar, el
amor de mamá, la brisa fresca de la mañana, un beso al despertar.
Lo sencillo, lo que muchos no ven, lo
percibimos cuando agradecemos, porque nos abre la capacidad de mirar aquello
que no logramos apreciar por la prisa que podamos tener.
Agradezco a Dios y a la vida, por
todo lo que tengo y aunque tres agradecimientos diario es poco, me ayuda ver lo
bendecida que soy.
Fortalece este hábito, seguro no te vas a arrepentir.
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