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Dejaste de buscarme por las noches.

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  Dejaste de buscarme por las noches. El tiempo enfrió nuestras sábanas. Los besos se perdieron en la rutina. Nuestros abrazos se pusieron en huelga. Las caricias se extinguieron en  el fuego. El amor se cansó. Dejaste de buscarme por las noches. El sillón de la estancia nos extrañó.  El  mañanero fue un pasatiempo.   Las citas se cambiaron por juegos con amigos. Un beso diferente activó la emoción. El amor se cansó.  Dejaste de buscarme por las noches. Nuestra sangre se heló.  La memoria de nuestra espalda, se fue de viaje. Olvidamos nuestro primer encuentro. Tu risa  cambió por reproche.  El amor se cansó. Dejaste de buscarme por las noches.  El café juntos por la  tarde se enfrió. Las flores del 14, se marchitaron. Una lagrima, rodó fría por la almohada. Nuestro aniversario festejó solo en un bar. El amor se cansó. Dejaste de buscarme por las noches. Nuevos amigos, llenaron nuestros vacíos. La caricia de un extraño, te llamo...

UN MONSTRUO EN LA CIÉNAGA

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  Las últimas luces del día se despiden de la playa, las garzas y los flamencos dejan una estela rosada por el cielo. Las tortugas buscan refugio en las frescas piedras y el croac–croac de las ranas arrullan a los animales que conviven en la ciénaga. Los manglares dan la despedida al día, purificando el agua contaminada, moviendo con las mareas aquello que pudre sus entrañas, ayudando a todos los seres que se encuentran entre sus raíces a tener aguas cristalinas. Se respira paz y tranquilidad, la luna aparece tímidamente, creando un ambiente relajante y armonioso.   La vida silvestre de la ciénaga se duerme con la cálida brisa de mar que llega hasta sus orillas. Entre tanto a lo lejos, en la planta petrolera se escucha una explosión, una luz incandescente, fulgurante sale de sus chimeneas, por debajo del mar, donde se encuentra una maraña de tubos, un monstruo aceitoso se escapa del lugar. El monstruo al verse libre, recorre los parajes de la ciénaga, come sus manglares ...

Tu cielo

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  El ruido de las risas, callaban el sonido de tu silla de ruedas, Alí y Elías, la empujaban con mucha ternura. Tomamos el funicular del teleférico hacia la cima de la imponente montaña del Ávila, llena de vida y energía, esto contrastaba con la palidez de tu carita y tu delgadez. Creíamos que subíamos al cielo, nos llenamos de gozo ante este fugaz momento, sabíamos que faltaba muy poco y estas salidas eran importantes para todos. Llegamos al Paseo del Humboldt, caminamos al lado tuyo, el frío heló nuestros cuerpos, nuestros pensamientos divagaban. Cada cierto tiempo, nos mirábamos con tristeza. Verte sonreír nos ayudaba a comprender que la vida se apagaba, ver el paisaje desde el Ávila nos acercaba al cielo decembrino más hermoso que habíamos visto. Te fuiste 6 meses después, han cambiado tantas cosas, sobre todo cómo miramos el cielo. Te invito a leer mi libro: "Descubre lo extraordinario en tí"

Sábanas Blancas

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  - ¡Despierta hoy a la vida!, se dice Marcela, luego de ver la luz del amanecer entrando por la ventana de su cuarto. Se sienta en la cama y de repente, llega un recuerdo, drásticamente se acuesta y se tapa rápidamente. -¡No, No quiero pararme!, - quiero pasar todo el día aquí.   La habitación de Marcela estaba rodeada de cosas hermosas, aún estaban aquellos regalos que dolían. Cuando menos lo esperaba, una lágrima rodó tímidamente por su mejilla y la tristeza invadió su corazón. Él ya no estaba, se había despedido para siempre aquella noche fría de invierno, con un beso y un largo abrazo. No lo vería jamás, sus últimas palabras no las podía   olvidar: ‑“Te amaré siempre”, y sobre todo sentir en ese momento la tibieza de su cuerpo que la hacía temblar. Recordar aquello, revivieron los recuerdos que le traían las sábanas blancas en su habitación.       Te invito a leer mi libro "Descubre lo extraordinario en ti"     ...

Propósitos de Año Nuevo

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  Ser feliz 😀 Te invito a leer mi libro " Descubre lo extraordinario en ti"

Navidad en Venezuela

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  Navidad en Venezuela es: Pesebre y arbolito de navidad desde noviembre. Encuentro con los amigos y parientes. Es descanso y ponche crema en las tardes disfrutando de un buen libro. Villancicos y misa de Aguinaldo a las 6:00 am. Cielos azules y mañanas frescas con olor a café venezolano. Calles iluminada con luces y adornos navideños. Pesebres llenos de ovejas y pastorcitos. Gaitas y fiesta por todos los rincones. "Amigos Secretos" en los trabajos Hallacas con los sabores de todas las regiones. Guacamayas amarillas, azules y rojas, volando por nuestro cielo. Bullicio en las calles por las compras navideñas. Casas y balcones iluminados. Compartir con amor lo poco que tenemos. Es ron y cerveza polar, disfrutando nuestros momentos. Caminos llenos de esperanza que este pueblo se levantará de todos sus problemas. Esperanza viendo como regresan algunos que se fueron y disfrutan las navidades. Es amor del puro, reconciliación y reencuentro. Es la...

Buscando a Amílkar.

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Esta es la historia de dos niños que vivían  en un lugar maravilloso,  la montaña de la Barrealosa,  zona cafetalera del Estado Portuguesa en Venezuela.  Amílkar, el hermano mayor, le encantaba jugar en el campo y ayudar a su madre con las tareas de la finca: atender las vacas, sembrar el café, alimentar a los cerdos, las gallinas y los perros,   era un niño muy   inquieto, travieso,   le gustaba correr y explorar por todas partes, se montaba en los árboles, corría por los largos caminos. Tenía un hermano un poco más pequeño,   se llamaba Reny, con un temperamento más tranquilo, los dos jugaban mucho y se acompañaban en sus travesuras. Amílkar era inquieto, le gustaba ir al colegio, pero su rebeldía no lo ayudaba; muchas veces hacia caso omiso a lo que le decía su maestra Gladys, un día se molestó lanzándole  los cuadernos, la maestra era paciente,   muy sensible y lo ayudaba mucho, el niño avanzaba poco a poco.   En la Barr...