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Situaciones divertidas de una maestra en Venezuela

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por Mariene Piñero Ser maestra en una Institución Educativa en Venezuela es una proeza, ya que no se cuenta con las condiciones físicas, ni un salario adecuado por la alta inflación que sufre el país. Pero ser maestra en cuarentena es un acto heroico, aquí describo algunas situaciones que vivimos a diario, las maestras con las clases en modalidad "online" En cuanto a los servicios básicos: - Cuando hay luz, no hay internet. - No hay luz y por supuesto nada de internet. - Hay luz e internet, pero llega el agua y a correr a llenar los envases, lavar, limpiar, etc. Les cuento que las maestras tenemos super poderes: Responder preguntas en situaciones insólitas: A las 10:30 pm, pueden preguntarte por whatsapp: - ¿Cómo se hace la tarea de matemática: número 2? Siempre hay algún representante que te llama para preguntarte: - ¿Le puedo llevar la tarea a la casa? Si son pequeños y le asignas pintar un carro amarillo, preguntan: - ¿Pinto el carro, de amarillo claro o amarillo pol

La queja

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por Mariene Piñero Realmente la queja no ayuda para nada y constituye pérdida de tiempo y energía. La queja tiene un proceso para instalarse cerebralmente, inclusive muchas personas la tienen como hábito personal. El cerebro automatiza la queja cuando aparece las excusas para hacer poco por algo, ya que e s más fácil quejarse que tomar acción. La apatía, pereza mental o de acción, nos ubica en un plano más próximo a la queja que a optar por dar soluciones al problema o circunstancia molesta. A nivel personal nuestra zona de confort marca también la pauta para ello, nos acurrucamos a lo conocido, no nos interesa cambiar o involucrarnos más de lo que nos pueda interesar, sin tomar en cuenta las consecuencias de algunas situaciones que nos comprometen a todos. No digo que debemos estar inmiscuidos en aspectos que no podamos manejar, sino en ser objetivos y aportar soluciones a situaciones que podríamos de alguna manera darle un cambio o viraje positivo. La queja, puede representar t

Carta al ángel David

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por Mariene Piñero Hola, David, mi querido sobrino, gracias por enseñarnos a vivir, fuiste un héroe, supiste afrontar tu enfermedad con aplomo y valentía,  nos enseñaste que la adversidad hay que afrontarla con lo que venga, pero sobre todo con alegría. Celebramos cada día de tu vida, uniste a la familia, con lazos irrompibles, entendimos que para convivir con cualquier enfermedad debemos estar unidos y no dejarnos vencer por la apatía.  Entendimos que era el "Cáncer" y comprendimos que no era malo, todo lo contrario nos enseñó a ayudar a los enfermos, a entender a sus familias, a disfrutar y valorar  a las personas mientras están con nosotros, también a valorar nuestra salud y saber cuidarnos cada día. Con tu invalidez, entendimos que debemos ser activos, caminar, bailar, viajar, descubrir, alegrarnos por movernos sin parar, ya que sabemos que vendrán tiempos en los que no podremos hacerlo, entre ellos la vejez y la enfermedad.  Tu fidelidad fue ejemp

Enfócate

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por Mariene Piñero CUENTOS SIMPÁTICOS DE LA RUTINA EN CUARENTENA De pequeña sufrí de Déficit de Atención, se me dificultaba aprender los contenidos más sencillos, recuerdo mi 1er Grado, cuando miraba a la maestra escuchaba un murmullo, así como la comiquita de Charlie Brown de Snoopy, cuando el personaje le pregunta algo a la maestra de lejos se escuchaba: - bla, bla, bla, bla…  pues así escuchaba yo, era un poco traumático, comprendía poco lo que sucedía a mi alrededor.  Gracias a Di os estudie la primaria con mi Hermana Marla y ella como hermana mayor me orientaba en todo, siempre fue un gran apoyo para mí. Actualmente y por cuestiones del destino, me tocó volver a convivir con Marla, la que me ayudaba de pequeña en aquel 1er Grado. Personalmente mi déficit de atención ha mejorado mucho, ahora tengo uno más simpático: "déficit de atención selectiva" , me enfoco en lo que necesito hacer y en lo que realmente me interesa. Pues que l

Yo con yo

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por Mariene Piñero   Cierto día llame a una amiga durante la cuarentena y me dijo, estoy sola, mi conversación es "yo con yo", pensando en esto, recuerdo que esta época solemos tener conversaciones muy intima con nosotros mismos, escuchando la vocecita interior que muchas veces no le prestamos atención por falta de tiempo e interés. Yo con yo, no invita al escudriñar nuestros sentimientos, emociones y mundo interior, sin embargo no es sencillo, inclusive puedo decir molesto y en much os casos insoportable. Aquí les dejo unas actividades que he podido hacer en mi comunicación yo con yo, en esta temporada: Yo con yo, meditando, escucho a la chica en el ipod : inhala… exhala…, yo pienso en... qué voy a hacer en la cena… o no he empezado a limpiar la cocina… tengo que comprar papel toalet… je je Otro día meditando, escucho a la chica: -inhala…, exhala…, yo al ratito: zzzZzzzZzzzZzzzZzzzZzzzzZzzzzZ. Me veo al espejo, un día cansón, tarea engorrosa

Carta a ti que estas contagiado de Covid-19

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                                                                      por Mariene Piñero  Hola, amig@, supe que estas en el hospital con los síntomas de esta penosa enfermedad, quiero manifestarte que no estás solo, rezo por ti todo el tiempo, para que tu estancia sea más llevadera y puedas poco a poco salir de ella. Déjame decirte que te voy a enviar a un amigo mío, muy especial, no tarda en llegar, cuando lo veas lo reconocerás, ya te ha acompañado antes, ¡recuerdas!, aquella vez que necesitabas protección en la calle y te acompañó hasta que llegaras a la casa, si ¡ese mismo! Abrázalo cuando llegue, que sienta tu cariño y tu amor, el responderá de la misma manera, tranquilo él no se preocupa de contagiarse, ya ha sufrido peligrosas pandemias y ha podido sobrevivir. Conversa con él todo lo que te preocupa, tus miedos, confiésale tus angustias, entrégale tus malestares y  tus preocupaciones, seguramente te reconfortará, háblale sobre tu familia y lo preocupado

Confesiones divertidas de la convivencia familiar en cuarentena

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por Mariene Piñero Godoy  Cuando iniciamos la cuarentena nunca pensamos en el tiempo de convivencia que íbamos a desarrollar con nuestros familiares o parientes,   sería un tiempo de dimes y diré tirantes   o por el contrario acogedor y agradable: " la experiencia apenas comenzaba" Vivimos juntos, claro que sí, pero no las "24 horas" , la rutina: escolar, laboral o social, nos permite que nos distanciemos un rato de todos aquellos que conforman nuestro grupo familiar y se alivie o aligere el contacto diario. Maravilloso llegar   a casa , contar las anécdotas de día, arreglar u organizar las cosas y tareas del día siguiente, echarse en cama y descansar, teniendo un rato de intimidad, ¡sí señor muy rico! sin embargo, coloca ese escenario por lo menos 17 horas seguidas, no estamos acostumbrados y por 40 días, ¡qué va! Ninguna familia es perfecta, por supuesto tampoco lo es su proceso de comunicación, con mi familia puedo señalar que tene